Rescaté a mi hija de vivir en un cobertizo bajo un calor insoportable: sus suegros no podían creerlo.
La carretera se extendía sin fin, el asfalto negro brillando bajo el sol del verano tardío. Agustín Monroy apretaba el volante de su camioneta, las manos firmes a pesar de las tres horas de viaje desde Alcalá de Henares. A los cincuenta y cuatro años, su cuerpo llevaba dos décadas de servicio militar y otros … Read more