El dinero no importa, solo quiero que mis hijos vivan con honestidad y paz. No entristezcas mi alma en el más allá.
Mi madre murió una mañana de finales de otoño, tan suavemente como una lamparilla de aceite que se apaga lentamente. Toda su vida trabajó sin descanso y no dejó fortuna, solo una casita vieja y unas pocas pertenencias desgastadas. El funeral fue sencillo. Mis dos hermanos mayores y yo —el primogénito, el mediano y yo, … Read more